EDUCA CHÉ

Una serie de acontecimientos en los últimos meses han hecho que la atención internacional por parte de organismos civiles de derechos humanos, la propia Comisión Nacional, académicos y los pueblos miembros del Congreso Nacional Indígena, volteen a ver con preo-cupación la situación de hostigamiento y destrucción que se ha tendido sobre las culturas originarias de los pueblos indígenas, sobre sus tradiciones ancestrales y sobre sus sitios sagrados. Ocurre en todo el país y de manera sobresaliente hacia el pueblo wixárika, que ha denunciado una serie de ataques hacia ese “otro” territorio fundamental que es el espiritual y que da sentido a todos los tejidos que definen su organización social y política interna, su relación con el medio ambiente y con otros pueblos.

Es un territorio grande, que va desde el mar hasta el desierto en San Luis Potosí, donde un grupo de jicareros de la comunidad wixárika de Tuapurie-Santa Catarina Cuexcomatitlán fueron hostigados por policías municipales de Estación Catorce y por policías estatales mientras realizaban antiguos rituales en el ejido de Las Margaritas, lo que fue calificado por el Congreso Nacional Indígena como “una agresión contra todos los pueblos”, pues la agresión fue contra algo muy fundamental, que es el espíritu colectivo de un pueblo.  

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Leo esta noticia y se me parte el alma…no puede ser… ya basta de destrucción en nombre de la construcción, de la evolución!!! ¿Destruir lo sagrado es avanzar? me late que no. Tenemos el norte totalmente perdido, me pregunto si alguna vez se encontró… Y sí, estoy generalizando, lo sé, disculparme los y las que sí que estáis en sintonía con la Pachamama, que aunque l@s menos, sois l@s importantes, la esperanza.

Ojalá esta noticia se quede en papel, que no se haga realidad, es un atentado contra la VIDA ésto que pretenden hacer allí y las tantas otras cosas que suceden en todas las partes del mundo y de las que, a menudo, ni nos enteramos.

Ahora acude a mí el Tornallom…¿qué no sabéis de qué os hablo? no me extraña, ya se han encargado bien de silenciarlo. Pero ya basta de silencios cómplices, que se sepa!!

Os dejo con el documental…

¡Abajo los príncipes azules que destiñen!

¡Y arriba las directoras de cine porno…qué  falta nos hacen!