¡Qué no nos duerman con cuentos de princesas perfectas y príncipes azules que ni existen y destiñen! Si lo permitimos viviremos en una constante pesadilla en pro del amor romántico y de las indigestas medias naranjas.
¡Toca que nos despierten con cuentos reales, despojados de estereotipos de género y de violencia simbólica!
¡Toca que los cambiemos y los llenemos de lobxs buenxs, de princesas imperfectas, guerreras y aventureras, de príncipes rosas y sensibles, de brujxs guapxs y sabixs, de amores libres y sanos,…!
¡Los cuentos no son para dormir, son para DESPERTAR!