Familia, hacía tiempo que no disfrutaba tantísimo de una película… ¡qué manera de tocarme las fibras! Ojalá algún día nuestra profesión deje de existir, mientras tanto estoy muy orgullosa de ser Educadora Social, a pesar de la dureza que nuestro trabajo conlleva. Trabajo con mucho intrusismo, poco reconocido y menos aún solicitado, pero ahí seguiremos, dando todas las batallas necesarias. ¡Os la recomiendo mucho, retrata nuestro quehacer diario de un modo extraordinario!
Deja una respuesta