El vídeo que os pongo a continuación, si bien no es el mejor en cuanto a presentación y redacción, si lo es respecto a las imágenes que contiene, así que tras una larga búsqueda por la web me decanto por el.
Por muy atent@s que estemos son tan sutiles los mensajes que es imposible percibirlos a no ser mediante un exhaustivo análisis, cosa que no se suele hacer y deberíamos. Al menos para conocer los mecanismos de control con los que nos manipulan y manejan a su antojo. Incitándonos de manera descomunal al consumismo.
Lo más habitual es encontrar mensajes subliminales cargados de contenido sexual, lo que hará que asociemos el producto que estamos viendo con el placer y lo consumamos. O igual debería decir devoremos, ya que el consumo que tenemos es devastador. Hay quiénes aún, ni por asomo, han escuchado hablar del consumo responsable y no digamos ya el practicarlo… toda una lástima, ya que es vital que nos concienciemos con este asunto y pongamos freno a tanto desenfreno.
Espero que el vídeo os haga reflexionar sobre la cantidad de basura que se traga nada más poner la televisión. ¿Lo mejor? ¡apagar la tele y encender las mentes!
Y comparto lo que Groucho Marx dijo: «Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro»
Importante me parece el resaltar antes de terminar el increíble descaro y el poco cuidado que ponemos al dejar que nuestr@s pequeñ@s vean cosas de Disney, ya que tanto las imágenes cómo los cuentos, están cargados de dichos mensajes y de tópicos y prejuicios que no hacen más que perpetuar la desigualdad -y por ende violencia- entre sexos. ¡BASTA YA!
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